Vos sabés que cuando pienso algo, pasa y si lo digo, se escapa.
Como aquella vez que quise pensar en un sol oscuro y te lo conté, al instante mi cabeza se nubló y una luz oscura me salió por los ojos seguida de una explosión de aire rompiendo un par de neuronas débiles. En ese momento supe que mi Hiroshima neuronal había desecho toda posibilidad de que ese pensamiento exista en la vida real. Pero fue, llegaron otras cosas.
Yo pensaba que eran mejores, entonces te las volví a contar. Maldito error: me salió mucha agua de las uñas y al dormir esa noche no pude soñar. Y antes de que la tercera sea la vencida mi cabeza se hincha de sinapsis y no te dice nada. Y al fin, tengo un mundo que pienso, pero no te lo digo para que exista sólo para mí.
lunes
sábado
Dicen
Dicen que por cada baldosa, parquet, mosaico o madera, que pisamos dentro de los 5 primeros años de vida, obtenemos un suspiro de asombro más en los últimos 5 segundos de vida.
Dicen que por cada burla a tus maestros antes del primer recreo de tercer año, cien cucarachas se reproducen a la vez.
Dicen que por cada estrella mirada los martes a la noche, se te otorga la mitad de un amanecer de miércoles.
Yo digo que por cada pensamiento tuyo, los demás piensan exactamente lo contrario, menos yo.
Dicen que por cada burla a tus maestros antes del primer recreo de tercer año, cien cucarachas se reproducen a la vez.
Dicen que por cada estrella mirada los martes a la noche, se te otorga la mitad de un amanecer de miércoles.
Yo digo que por cada pensamiento tuyo, los demás piensan exactamente lo contrario, menos yo.
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