Hoy caminaba hacia la agencia y pasó algo que cambió el resto de mi día.
Derecho por Amenábar a una cuadra de la plaza, bajo la mirada de un portero que acababa de barrer la vereda, cayó la hoja de un árbol de marzo.
Derecho del cielo al suelo, con la música que le daban los movimientos, flotó en una cámara lenta demasiado rápida para mí y la vi volar: con las puntas apuntando su centro y mirando su cielo giraba sobre sí misma rápido, cada vez más rápido. Centrifugaba el aire para que yo respirara distinto, y tenga un buen día.
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3 comentarios:
A veces, si sabemos mirar, las señales se expresan.
Viste suicidar a una hoja en vivo y en directo, y no llamaste a crónica, cuanta abstinencia.
Una vez me pasó y apareció en mi cabeza "blackbird" de The Beatles, y costó mucho para que me sacaron la sonrisa de la cara.
Parada obligada este blog.
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