martes

Ví la luz

Y la luz me dijo poniéndome los ojos achinados: vos no podés hacer esto, no te sale, lero-lero. Yo la seguía mirando como podía. Me hacía mucho mal, en ese momento me hubiese gustado tener mis anteojos de sol Infinit. La luz me seguía hablando y mientras más achinaba mis ojos, cuatro rayos dorados se hacían más intensos. Yo pensaba que si hacía que mis párpados se cerraran más, haciendo mucha fuerza y pensando en el odio que tenía acumulado hacia a luz, por ahí explotara. Pero me cansé demasiado, los ojos me dolieron y los cerré. Los cerré, y muchos círculos blancos aparecieron frente a mí mareándome, perdí el equilibrio y abrí los ojos. Pensé: Agus, ojo con tus ojos, no es bueno mirar directamente a la luz, te puede llevar. Pero a esa altura, ¿a dónde me iba a llevar?, ya estaba acá, ¿iba a haber algo peor? Nahh, no lo creí.
Miré otra vez fijo a la luz, entrecerré mis ojos como antes, volvieron a aparecer los cuatro fantásticos rayos dorados, pero yo no me hice atrás, los absorbí. Abrí mis ojos grandes dejando entrar toda la luz en mis pupilas, los cuatro pesos pesados de la luz se fueron disipando y de cada uno, se separaron bastantes rayos de la misma longitud pero mucho más anoréxicas que sus madres. Ya fue, yo abro los ojos de verdad como cuándo algo me sorprende, ahí fue cuando la líneas lánguidas y anoréxicas se hicieron enanas; anoréxicas y encima enanas. -No existís- dije por dentro, qué fácil que se achican, si lo hubiese sabido antes, hubiese mirado el eclipse de sol de ayer. Ahora voy a tener que esperar 50 años y mis ojos no sé si se van a envalentonar como recién.
No importa, una vez me salió y ahora no me para nadie. Así, aprendí algo: “divide y reinarás”. De última me quedaba un haz(*) bajo la manga: me arrastraba a ciegas hasta el interruptor y cortaba la luz de una.

(*) Nótese “as”. Cuak.

2 comentarios:

Agus dijo...

Lo puse porque a mi hermana le gustó, aunque me dijo que era una estúpida cuado terminó de leerlo...

Anónimo dijo...

A mi me parece que es como el cuento del ciego en el túnel del tren... jejeje